Ataque a los titanes #26

Eren consigue comerse al titán martillo de guerra y tanto él como sus compañeros son rescatados en un dirigible comandado por las fuerzas eldianas. Una vez salvado, se nos revela que el plan de Eren no ha sido orquestado por los eldianos, sino que fue el propio Eren, compinchado con su hermano Zeke, los que montaron todo este tinglado. Ambos son detenidos por Levi y compañía, ajenos al plan secreto de los hermanos Jaeger. A pesar de que los eldianos querían conseguir la victoria manteniendo la paz y convenciendo a los marleyanos de que eran buena gente, la inesperada acción de Eren ha provocado que murieren muchos civiles y soldados marleyanos, por lo que ahora ya no pueden optar por el camino pacífico. Con el odio que les tienen, ¿de verdad creían que la vía pacífica les iba a servir de algo?

Por otro lado, en pos de venganza y de epicidad, tanto Gabi Barun como Falco Grice se suben al dirigible antes de que saliese de la ciudad y matan de un disparo a Sasha Blouse.

También se nos revela que, tiempo atrás, los eldianos de la isla de Paradis secuestraron a algunos soldados que trabajaban para Marley y que venían por mar a traer más titanes a la isla para obtener información tecnológica y militar. No obstante, se convirtieron inmediatamente en colaboradores porque en realidad no eran soldados marleyanos, sino una facción rebelde. Esta está formada por efectivos enemigos que fueron reclutados a la fuerza por los marleyanos. Buscan venganza y por eso ayudan a nuestros protagonistas. Con su ayuda, intentarán construir un puerto para poder comerciar con el exterior y así darse a conocer como sociedad pacífica y no beligerante, a la par que mantener comunicaciones con los pueblos enemigos de Marley.

Asimismo, en el consejo que se lleva a cabo por todos los soldados de alto rango y el alto mando de los eldianos de la Isla de Paradis, se da a conocer que Zeke quiere juntarse con Eren para utilizar el poder del titán fundador, con el cual despertarían a los titanes que están dentro de los muros e infundir respeto.

P.D.: la lucha es demasiado molona. ¡Viva esta serie!

Comentarios